En este contexto, Marina Arnaldos, ha puesto en valor el compromiso y la aportación a la salud pública demostrada por Agbar durante la pandemia gracias al control de la presencia del virus en las aguas residuales, en referencia a la solución COVID-19 City Sentinel de monitorización del virus en las aguas residuales. “Somos la única utility que podemos medir datos relacionados con la salud de una población”, ha señalado.
La responsable de Cetaqua ha indicado que la red de vigilancia epidemiológica que se ha consolidado con la COVID-19 permite la vigilancia de otras infecciones bacterianas o víricas como la gripe, gracias a la toma de muestras periódicas, lo que facilita anticipar brotes. Otras soluciones desarrolladas por Agbar permiten desde detectar contaminantes emergentes como microplásticos y velar por la salud ambiental en general a través del control de vertidos.
Por último, Marina Arnaldos ha avanzado que, más allá del agua, Agbar y Cetaqua también trabajan en soluciones para preservar la calidad del aire y para potenciar las infraestructuras verdes en las ciudades.
En la mesa redonda también han participado Pablo Villoslada, director científico de Accure Therapeutics; María Terrades, CEO del Parc Científic de Barcelona; y Joan Seone, profesor investigador de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y director de Investigación Traslacional del Vall D’Hebron Instituto de Oncología (VHIO); y ha sido moderada por Melqui Calzado, secretario general de CataloniaBio & Healthtech. Todos han coincidido en la importancia de la colaboración desde todos los ámbitos para concretar avances en el ámbito de la salud.
El Congreso BNEW, que tiene como objetivo potenciar el papel de Barcelona como agente de la reactivación económica basada en la innovación, ha incluido en su segunda edición celebrada este año la ciencia como una de las cinco nuevas áreas temáticas de carácter más transversal que aborda en sus sesiones. La otras cuatro son la movilidad, la sostenibilidad, el talento y la ciudad.